El Gourmet Urbano: #CERVEZA Llevas toda la vida echando mal la cerveza (y te causa problemas estomacales)

jueves, 7 de septiembre de 2017

#CERVEZA Llevas toda la vida echando mal la cerveza (y te causa problemas estomacales)

En muchos establecimientos, tirar bien las cañas ha pasado a ser algo secundario, pero a partir de ahora debemos pedir a los camareros que lo hagan bien. Te contamos las razones

Beber una cerveza bien fresquita con los calores del verano se puede convertir en uno de los mayores placeres tras acabar una dura jornada de trabajo. También para los que tienen la suerte de estar en un chiringuito de playa o en cualquier terraza con los amigos. Sin embargo, para algunas personas, tomarla puede estar bastante lejos de refrescarlas cuando tras ingerirla sienten un repentino dolor de estómago. ¿Por qué?

Ten cuidado al servirla. (iStock)

Puede ser debido a numerosas cuestiones, desde la intolerancia al alcohol hasta beber excesivas cantidades. Pero ¿y si no fuera por eso? Max Bakker, experto cervecero, tiene otro motivo por el cual podemos sufrir este repentino malestar: la forma en que echamos la cerveza (de botella) en el vaso.

Hasta los años ochenta, el vino era la bebida alcohólica más consumida de España, pero en esa década la cerveza desbancó al que hasta la fecha era el brebaje nacional. Entre 1982 y 1990, el consumo de cerveza creció casi en un 50% (de 50 a 73,5 kg por persona al año), un crecimiento que fue casi paralelo al descenso del vino. Y es una tendencia que permanece imparable.

Ahora bien, a medida que se ha ido popularizando el producto, también ha disminuido su consideración. Parece que lo hemos estado haciendo mal todo el tiempo ya que, según explica este Maestro Cicerone (especialista certificado con conocimientos sobre la elaboración, degustación, etc. de las cervezas comerciales), echar la cerveza muy cercana al vaso y despacio es lo que provoca estos dolores abdominales.

"Dependiendo del tipo de cerveza, se debe elevar más o menos, pero normalmente se debe servir a una altura de siete a 15 centímetros"

La cerveza es una bebida carbonatada de forma natural gracias al proceso de fermentación, donde la respiración de los microorganismos genera dióxido de carbono, aunque existe una forma artificial de dotarla de contenido en CO2 que tiene grandes ventajas y que los cerveceros utilizan habitualmente.

Debido a esta carbonatación pueden surgir los problemas gástricos a los que se refiere Bakker, ya que si la cerveza se echa de forma lenta en el vaso, los gases no se liberarán y acabarán en tu estómago, produciendo malestar e hinchazón. Sin embargo, si al verterla lo hacemos de forma rápida (pero con cuidado), también ladeando el vaso en un ángulo de 45º hasta llenar el 75%, cuando lo debemos poner en posición vertical, los gases irán desapareciendo a medida que lo estemos haciendo y podremos tomarla sin problema.

Vaso de cerveza. (iStock)

Cómo servirla perfectamente


Cada marca de cerveza tiene una cristalería diferente y no es por casualidad. Escoger el vaso o copa perfecta es muy importante porque cada maestro cervecero lo serviría de una forma en particular. Una vez ya lo tengas, debes enfriarlo bien con un chorro de agua fría, lo que evita la mala formación de la espuma y ayuda a que la cerveza se deslice con suavidad.

La temperatura es muy importante. La cerveza no puede servirse calentorra, por lo que deberás controlar los ácidos de la máquina para que salga bien fría o en el caso que sea de botella, controlar la temperatura de la cámara frigorífica para que esté a pocos grados. La copa debe estar fría pero no helada, ya que el hielo descarbonata la cerveza, perjudica a la espuma e influye en la temperatura de consumo.

"Ladea el vaso en un ángulo de 45 grados y cuando hayas echado el 75% de la cerveza, ponlo vertical"

La corona de espuma en botella se consigue colocando esta perpendicular a la copa para que la cerveza caiga y rompa en el centro. Es importante elevar un poco la botella para que, al caer, la cerveza genere una corona adecuada. Dependiendo del tipo de cerveza, se debe elevar más o menos. Cuanto menos carbónico de origen tenga, más la tienes que elevar, pero normalmente se debe servir a una altura de siete a 15 centímetros.

A. LÓPEZ

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