La cerveza, incluso la cerveza sin alcohol, tiene una cantidad de calorías que, sin ser excesiva, debe tenerse en consideración en las dietas hipocalóricas.
La cerveza se compone principalmente de agua, en un porcentaje en peso que ronda el 90% dependiendo del tipo de cerveza. El segundo componente mayoritario de la cerveza, para el caso de las cervezas con alcohol, es el alcohol etílico, procedente de la fermentación alcohólica de cereales con azúcares fermentables.
Dependiendo del tipo de cerveza, el porcentaje de alcohol suele estar entre un 3 y un 9% en volumen, aunque hay cervezas con bastante más graduación alcohólica. Por último, en la cerveza también tienen presencia los hidratos de carbono, además de una pequeña fracción de proteínas, vitaminas y minerales.
El principal aporte calórico de la cerveza es el atribuido a la presencia en ella, de etanol, y en menor medida el asociado a la presencia de hidratos de carbono, aunque estos últimos aportan, generalmente, algo menos de la mitad de calorías que el alcohol presente en la cerveza.
En término medio, una cerveza rubia, con un contenido alcohólico de alrededor de 5º de alcohol, aportaría unas 42 kcal por cada 100 gramos de cerveza, cantidad que desciende significativamente para el caso de la cerveza sin alcohol cuyo aporte calórico estaría en torno a las 26 kcal por cada 100 gramos de cerveza sin alcohol. El podium calórico de las cervezas, se lo llevarían las cervezas más oscuras, las tostadas o negras, que además de tener un mayor contenido alcohólico, tienen una mayor presencia de hidratos de carbono y que para el caso de una cerveza de entre 8º y 9º de alcohol, el porte calórico estaría en torno a las 67 kcal por cada 100 gramos de cerveza, según datos proporcionados por la RedBEDCA.
Paula C.
Fuente: Bonviveur
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